‘El referendo contra la JEP no ha nacido muerto, porque aún está en su etapa de gestación’

EDITORIAL

Es un derecho del colombiano de estar de acuerdo o en desacuerdo, querer o no querer, de emprender una cruzada aunque nos parezca descabellada. Lo que si no hay derecho es que salgamos a descalificar a alguien por el solo hecho de pensar diferente, de declarar muerta una acción que apenas está empezando.

Mártes, 25 de junio del 2019

No entendemos cuál será el propósito de algunos opinadores de descalificar una iniciativa ciudadana que lanzó un colega periodista, Herbin Hoyos Medina, el proceso de recolección de firmas para derogar la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y crear salas especiales en la Corte Suprema de Justicia para juzgar a los agentes del Estado y a los exguerrilleros de las Farc.

Lo que nos sorprende es que la reprobación –que aprovecha la caja de resonancia de medios de comunicación– se esté haciendo en un país que se jacta de ser defensor del Derecho a Libertad de Opinión y de ser cumplidor de la Constitución, que invoca en uno de sus artículos que el Estado debe “facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan”, no solo el Estado, también los demás ciudadanos.

Entonces, porque un ilustre se cree tener la razón se toma el derecho a salir a descalificar a otro, al que él supone que está equivocado y que no tiene por qué hacer lo que él juzga que no se debe hacer. No, no, no, señor, así no es.

El periodista Herbin Hoyos está en su derecho de preguntar al resto de los ciudadanos si están de acuerdo con él o no, de consultar a un pueblo que ha demostrado en las urnas que rechaza de tajo cierto tipo de iniciativas, aun sobreponiéndose para hacerlo a la pegachenta ‘mermelada’.

Así lo demostró cuando más de la mitad del censo electoral salió a pedir que se reformara buena parte de lo que se acordó en La Habana.  Hagamos memoria de aquel pasado no muy lejano, el del 2 de octubre del 2016, que explica lo que ocurrió cuando casi seis millones y medio de colombianos dijeron NO en el Plebiscito organizado por los que ostentaban el poder.

Fue un duro golpe, sobre todo para aquellos que se daban la pela asegurando que la ‘endulzada’ campaña por el SÍ pisotearía a los que pedían, en honor a las víctimas, una desmovilización, desarme de la guerrilla sin impunidad. Ocurrió lo que parecía imposible, que perdiera la bien pautada campaña de Juan Manuel y su corte.

Sí más de seis millones de nacionales salieron a decir que NO a la Paz de Santos, por qué no lo volverían a hacer, siendo que ahora es más fácil, con empezar a  recolectar firmas para derogar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), de paso hacerle un retoque al Congreso y remover a los magistrados de las altas Cortes que estén inmersos en actos de corrupción.

Nos duele decirlo, pero es que está pasando, que se está esgrimiendo un feroz ataque para provocar de este otro ‘David’, que ya no usará una honda sino un lapicero, un parto prematuro, hasta se ha llegado a escribir que “nació muerto”, cuando aún está en proceso de gestación.

Es que hasta se está promulgando que es una iniciativa “inviable”, porque para los vaticinadores no pasaría de la recolección de firmas. Es que acaso recolectar más de dos millones de rúbricas no le da una viabilidad popular, con la que el recién nacido pegaría un grito estruendoso. Por favor, al menos déjenla nacer a ver si aprende a caminar, o de pronto a correr.

Por ahí hemos leído hasta malos deseos para la iniciativa, “de que ojalá  fracase”, con un coloquialismo impuro en su título: “¡Herbin Hoyos tiene huevo!”. Hasta de llamarlo “idiota útil”,  porque para el columnista el periodista que fue víctima de un secuestro de la guerrilla no tiene derecho a manifestarse en desacuerdo con las Farc, porque si lo hace entonces es un ‘uribista’, otra manera irracional de descalificar.

Pero creemos saber de qué o de quién es la responsabilidad de que aparezcan opositores acérrimos de esta convocatoria denominada “Referendo Colombia 2019” –en la que insistimos,  Herbin Hoyos está en su derecho de hacerlo porque tiene su herida que sangra como víctima–. La responsabilidad es de la ‘Mermelada’ que fragmentó al país, puso de un lado a  los que saborearon su néctar y del otro a los que se negaron a dejarse untar de ella.

Nada de nervios, si creen que lo que el colega está haciendo no pasará de la recolección de firmas, entonces por qué nos desgastamos las neuronas tratando de saber qué va a pasar después, ante todo, porque estamos en el país de las grandes y lastimeras sorpresas.

Editorial

saladeredaccion@elhomenoticias.com

Síguenos en Twitter en @elhomenoticias