La bolsa y el tarro con cianuro tenían las huellas de Jorge Enrique Pizano: Medicina Legal

Un análisis de ADN y otras pruebas científicas practicadas a los elementos hallados por la Fiscalía el pasado domingo en casa de los Pizano llevo a concluir que el recipiente con un kilo del potente tóxico había sido manipulado por el fallecido testigo clave en el caso Odebrecht.

JUSTICIA

Miércoles 21 de noviembre del 2018

La Fiscalía General de la Nación a través del Instituto de Medicina Legal realizó el análisis del tarro que fue hallado en casa de Jorge Enrique Pizano Callejas –controller de la concesión Ruta del Sol  y testigo clave en el escandaloso caso de Odebrecht en Colombia–,  ha llegado a concluir que el recipiente y la bolsa que envolvían el letal líquido tenían rastros de su ADN, sus huellas dactilares.

Este procedimiento está relacionado con la investigación que busca esclarecer la extraña muerte de Pizano Callejas, que falleció el pasado 8 de noviembre y en menos de 48 horas se supo del deceso de su hijo Alejandro Pizano Ponce de León.

Se ha podido establecer que Pizano Ponce de León estaba recién llegado al país, que había viajado desde España para estar en las exequias de su padre.

«La conclusión a la cual ha llegado el Instituto de Medicina Legal es que las muestras de ADN recuperadas tanto de la bolsa externa como en la bolsa interna y del contenedor, en su tapa y en el cuerpo del contenedor del cianuro, es del señor Jorge Pizano. Con una alta seguridad científica», aseguró Carlos Eduardo Valdés, director del Instituto de Ciencias Forenses.

De acuerdo con estos resultados y con la explicación de director de Medicina Legal se ha establecido que la persona que manipuló el tarro fue Jorge Pizano Callejas, quien venía padeciendo de una penosa enfermedad. El mismo Carlos Eduardo Valdés aseguró en rueda de prensa el pasado 16 de noviembre que su instituto pudo determinar que el dictamen del Hospital San Rafael de Facatativá se ajustaba a la verdad, que Pizano había muerto de un infarto.

El recipiente con un kilo del potente tóxico fue descubierto por agentes del CTI de la Fiscalía el pasado oculto debajo de un lavamanos en un baño auxiliar de la casa en donde ocurrieron los trágicos hechos, según explicó el delegado para la Seguridad Ciudadana de la Fiscalía, Luis González.

Esta vivienda está ubicada en la población de Subachoque, a unos 45 kilómetros de Bogotá.

Se pudo establecer que la muerte de Alejandro Pizano, de 31 años,  ocurrió el domingo 11 de noviembre y que la misma se produjo después de haber ingerido una bebida saborizada que descubrió sobre el escritorio de su padre, la que misteriosamente contenía cianuro. Así lo confirmó la necropsia a cadáver practicada por Medicina Legal: “Según los resultados de la necropsia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, la causa del deceso fue ‘envenenamiento por ingesta de cianuro’”.

Ante esta declaración de los allegados que Pizano Ponce de León había consumido el líquido si saber que contenía es que Medicina Legal decide ordenar se analizaran algunos tejidos que fueron extraídos del cuerpo del padre del joven y es así como se descarta que no existía en su organismo ningún rastro del veneno.

Por eso, Medicina Legal ordenó un análisis a los tejidos extraídos al cuerpo de Pizano padre, que descartaron que fuera envenenado.

El director de Medicina Legal también explicó que el cianuro es un peligroso tóxico que produce daños irreversibles en el cuerpo humano sobre todo “cuando se convierte en ácido cianhídrico«, que viene a ser el compuesto químico en que cambia apenas se disuelve en agua.

Redacción Justicia

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