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El ayatolá iraquí,  Alí al-Sistani, le dijo al Papa Francisco que los cristianos en Irak deben vivir en paz

El ayatolá iraquí, Alí al-Sistani, le dijo al Papa Francisco

El Papa Francisco fue recibido este sábado por el ayatolá iraquí, Alí al-Sistani, con quien sostuvo un diálogo cordial.

El ayatolá iraquí,  Alí al-Sistani, le dijo al Papa Francisco que los cristianos en Irak deben vivir en paz

 

El Sumo Pontífice católico llegó este sábado a  ciudad de Najaf, al sur de Bagdad,  para el encuentro Al-Sistani, la principal autoridad religiosa chiíta en Irak. Antes de reunirse con el ayatola, el Papa fue recibido por su hijo Mohammed Rida.

 

INTERNACIONALES

Sábado, 6 de marzo del 2021

 

El ayatolá iraquí Ali al-Sistani dijo al Papa Francisco, en una reunión a puerta cerrada en Nayaf, que los cristianos en Irak deben vivir en paz y con todos los derechos, en un encuentro histórico entre el Vaticano y el Islam.

La importancia de la colaboración y de la amistad entre las comunidades religiosas para que, «cultivando el respeto mutuo y el diálogo, se pueda contribuir al bien de Iraq, de la región y de toda la humanidad».

Este fue uno de los temas destacados por el Papa Francisco en su encuentro privado en la mañana de este sábado en Najaf con el Gran Ayatolá Sayyid Ali Al-Husayni Al-Sistani, líder de la comunidad chiíta del país. Antes de reunirse con el Gran Ayatollah, el Papa fue recibido por su hijo Mohammed Rida.

Al-Sistani, de 90 años, expresó al Papa su «preocupación de que los ciudadanos cristianos vivan, como todos los iraquíes, en seguridad y paz, y con todos sus derechos constitucionales», según un comunicado de la oficina de Al. Sistani.

La oficina de Al-Sistani difundió fotos del encuentro entre los dos líderes religiosos, que se llevó a cabo sin la presencia de la prensa, en el que Francisco, vestido de blanco, y Al-Sistani, de negro, se ven en dos sofás de la modesta del líder. home chiíta, en un gesto considerado histórico para las relaciones entre el Vaticano y el Islam.

Al-Sistani enfatizó el papel que ha desempeñado la autoridad religiosa en «proteger a todos aquellos que han sufrido injusticias y daños en los últimos años, especialmente durante los cuales los terroristas se han apoderado de grandes áreas en varias provincias iraquíes, donde han cometido actos criminales».

El líder chií aludió al período, entre 2014 y 2017, cuando el grupo sunita ‘yihadista’ Estado Islámico (EI) ocupó gran parte de Irak y estaba a punto de llegar a la capital Bagdad.

Durante este encuentro, según el comunicado, abordaron “los grandes desafíos que enfrenta la humanidad en este momento y el papel de la fe” y se refirieron específicamente a las “injusticias, hostigamientos económicos y desplazamientos que sufren muchos pueblos” en la región, “especialmente el pueblo palestino en los territorios ocupados ”por Israel.

Finalmente, Al-Sistani enfatizó el «papel que deben jugar los grandes líderes religiosos y espirituales para contener todas estas tragedias».

Este es el primer acto del día del Papa, que este viernes llegó a Irak para una visita de cuatro días y se convirtió en el primer Papa en visitar Irak.

Francisco viajó a esta ciudad santa, al sur de Bagdad, el principal centro religioso de esta rama del Islam y un destino de peregrinación para los chiítas de todo el mundo.

Sin embargo, durante este encuentro, no hubo un documento común como el firmado en Abu Dhabi hace dos años por el Papa y el jeque egipcio Ahmad al-Tayyeb, Gran Imán de Al-Azhar, la institución sunita más grande de El Cairo, y que fue uno de los principales pasos en la relación entre el Islam y el Catolicismo.

El ayatolá es una de las figuras más poderosas del Islam y sus decretos religiosos (fatwa) llevaron a muchos musulmanes a movilizarse en 2014 contra el Estado Islámico, con la creación de las Fuerzas de Movilización Popular en enero de 2019.

Ali al-Sistani también pidió investigar los “crímenes atroces” perpetrados por los ‘yihadistas’ sunitas contra algunas minorías en la sociedad iraquí, como los yazidíes en Sinjar, los cristianos en Mosul y los turcomanos en Tel Afar.

La agenda papal incluye reuniones con la comunidad católica, compuesta por 590.000 personas, alrededor del 1,5% de la población iraquí, así como cristianos de otras iglesias y denominaciones religiosas y líderes políticos.

El Papa pasará por Bagdad, Najaf, Ur, Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, Mosul y Qaraqosh.

Al despedirse del Gran Ayatolá, el Santo Padre reiteró su oración a Dios, Creador de todo, por un futuro de paz y fraternidad para la querida tierra de Iraq, para Oriente Medio y para el mundo entero.

Fuente: Inforpress

Redacción Noticias Internacionales

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