Grupo talibán prometió proteger al país, perdonar a los colaboradores y honrar a las mujeres

Un portavoz de los talibanes prometió hoy que el movimiento islámico radical, que ha tomado el poder en el país en los últimos días, protegerá Afganistán, asegurándose de que no lo impulse ningún deseo de venganza.

AFGANISTAN 

Martes, 17 de agosto del 2021

“Todos están perdonados”, dijo Zabihullah Mujahid en una conferencia de prensa hoy en Kabul, insistiendo en que no habrá venganza ni siquiera para aquellos que han colaborado con el gobierno anterior o las fuerzas extranjeras durante los últimos 20 años.

“Garantizamos que nadie llamará a la puerta de nadie para preguntar por qué ayudó”, dijo el gobierno anterior o las fuerzas extranjeras.

La portavoz también aseguró que los derechos de las mujeres «serán respetados por la ley islámica», tema que es una de las mayores preocupaciones de la comunidad internacional, ya que, cuando ocuparon el poder, entre 1996 y 2001, los talibanes restringieron severamente la vida de las mujeres y niñas, prohibiéndoles estudiar, trabajar, conducir o caminar por la calle sin acompañantes.

El discurso de Mujahid también incluyó la promesa de que los medios privados «seguirán siendo independientes», aunque enfatizó que los periodistas «no deben trabajar en contra de los valores nacionales».

Además, dijo el portavoz, Afganistán «no albergará en el país a nadie que quiera atacar a otras naciones» –en referencia a que el país fue considerado un santuario de grupos terroristas hasta 2001– y señaló que esta era una demanda del acuerdo firmado con la administración Trump en 2020, que supuso la retirada del personal militar estadounidense y de la OTAN.

El movimiento fundamentalista había declarado previamente una «amnistía general» para todo Afganistán y pidió a las mujeres que se unieran al futuro gobierno en un intento de convencer a la población de que los líderes talibanes han cambiado y de calmar el caos que se ha apoderado de la capital y, especialmente, de El aeropuerto de Kabul, donde miles de personas desesperadas intentaron huir del país el lunes después de que los talibanes declararan la victoria.

Los talibanes conquistaron Kabul el domingo, culminando una ofensiva que comenzó en mayo, cuando comenzó la retirada de las fuerzas militares de Estados Unidos y la OTAN.

Fuerzas internacionales se encuentran en el país desde 2001, en el marco de la ofensiva liderada por Estados Unidos contra el régimen extremista, que acogió en su territorio al líder de al-Qaida, Osama Bin Laden, principal responsable de los atentados terroristas de septiembre. 11 de 2001.

La toma de la capital puso fin a una presencia militar extranjera de 20 años en Afganistán por parte de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, incluido Portugal.

Kabul estaba hoy más tranquilo, con los talibanes patrullando las calles y muchos residentes encerrados en sus casas, temerosos de lo que serán los próximos días y las consecuencias de uno de los primeros actos del gobernante talibán: abrir las puertas de las cárceles y permitir los saqueos en las ciudades. .

Muchas mujeres ya han expresado el temor de que la experiencia occidental de las últimas dos décadas y la expansión de sus derechos no sobrevivan al resurgimiento de los talibanes.

Mientras tanto, Alemania anunció que había suspendido la ayuda al desarrollo al país debido a la toma de posesión de los talibanes.

Dado que esta es una receta crucial para la economía de Afganistán, algunos observadores internacionales ya han planteado la hipótesis de que los esfuerzos de los talibanes por proyectar una versión más suave de sí mismos podrían tener como objetivo garantizar que los fondos alemanes fluyan nuevamente.

Inforpress / Lusa

Redacción Internacional

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