Salud mental en el mundo se deteriora a causa de la pandemia

La salud mental se ha afectado en todo el mundo debido al del COVID-19, con estudios en varios países que reflejan el aumento del miedo, la ansiedad y la depresión en sus poblaciones.

 

SALUD

Domingo, 28 de febrero del 2021

 

En Argentina, el país que tuvo la cuarentena más grande del mundo, hace unos ocho meses, un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires concluyó que el encierro afectó la salud mental del 80,3% de los argentinos.

Entre los trastornos más visibles debido al encierro prolongado en Argentina, aparecieron el miedo, la ansiedad y la depresión.

A continuación se presenta la situación en algunos países.

 

Alemania

Un estudio reciente, realizado por la Universidad de Saarland, indica que la satisfacción con la vida cotidiana ha disminuido significativamente. Los investigadores analizaron las consecuencias psicológicas y sociales del año pasado en 1.500 hombres y mujeres, concluyendo que «las preocupaciones, el estrés y el estado depresivo han aumentado».

Durante el primer encierro, los participantes de este estudio revelaron una noción de «proximidad a la sociedad», dijo la investigadora Dorota Reis a la agencia de noticias alemana DPA, y agregó que ahora evalúan los comportamientos como «bastante egoístas y distantes».

También un nuevo estudio de más de mil niños, de entre siete y 17 años, realizado por la Universidad Médica de Hamburgo-Eppendorf, indica que el estrés y las privaciones durante la pandemia del covid-19 están afectando la salud mental, especialmente entre las familias más desfavorecidas. .

Los hallazgos revelan que uno de cada tres niños alemanes sufre ansiedad, depresión o síntomas psicosomáticos como dolores de cabeza o malestar estomacal.

También han aumentado las llamadas de ayuda y los consejos telefónicos. La línea “Nummer gegen Kummer” (Línea contra el duelo, en traducción libre) recibió 33 mil llamadas el año pasado, tres veces la cantidad recibida en 2019. Las solicitudes de ayuda se relacionan con situaciones de estrés agudo, incertidumbre en la forma de cuidar a los niños, exceso de trabajo y frustración.

+++ Argentina +++

El país tuvo, durante 2020, el aislamiento social más prolongado y estricto del mundo.

En el área metropolitana de Buenos Aires, que comprende la capital y diez municipios aledaños, la cuarentena duró 233 días, casi ocho meses. Comenzó el 20 de marzo y terminó el 9 de noviembre.

En julio, un estudio de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires concluyó que el encierro afectaba la salud mental del 80,3% de los argentinos. Entre los trastornos más visibles debido al confinamiento prolongado, aparecieron el miedo, la ansiedad y la depresión.

Argentina es uno de los países donde la gente usa más a los psicólogos. No tener terapia es inusual, pero durante la cuarentena, los profesionales de la salud mental también tenían prohibido realizar consultas.

Solo en septiembre, seis meses después de la cuarentena, los habitantes de Buenos Aires recibieron atención médica y se sometieron a pruebas, algo que se restringió a casos urgentes.

Los tratamientos de rehabilitación solo regresaron en octubre.

“Los argentinos estaban agotados. La fatiga social después de casi ocho meses ha llegado a su límite. La fase racional de la cuarentena terminó a finales de abril. Lo que vino después fue irracional ”, dijo a la agencia de noticias Lusa Jorge Giacobbe, consultor de opinión pública, quien mensualmente midió la aprobación y desaprobación de la llamada“ cuarentena eterna ”.

Cuando terminó la cuarentena, Argentina era el noveno país con más casos en el mundo, aun cuando fue uno de los países que menos pruebas hizo. En número de muertes en relación a su población, Argentina ocupó el octavo lugar, evidencia de que la llamada “cuarentena eterna” había sido exagerada y había fracasado.

El 17 de febrero de 2021, en la ciudad de Buenos Aires, los niños comenzaron a regresar paulatinamente a las clases presenciales. El próximo lunes 1 de marzo se reanudarán las clases en el área metropolitana, luego de un año entero sin clases presenciales. Las escuelas permanecieron cerradas durante todo un año académico.

El daño psicológico en los niños es el más acentuado. La salud mental más afectada fue la de los niños.

En la periferia de la capital argentina, los niños no pudieron ir a las plazas y jardines a jugar hasta agosto, manteniendo un encierro de cinco meses.

En el momento de septiembre, ocho de cada diez jóvenes estaban deprimidos. Seis de cada diez argentinos tenían su salud mental afectada, según la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires.

En la ciudad de Buenos Aires, los niños solo pudieron salir de casa después de 100 días de confinamiento.

Al principio, solo el fin de semana, el sábado o el domingo con uno de los padres, durante solo una hora y en un radio de 100 metros alrededor de la casa.

Luego, se permitió el sábado y domingo, durante una hora, con ambos padres.

 

Bélgica

Según un estudio publicado en enero por la Oficina Federal de Planificación, un organismo del gobierno belga, basado en una encuesta de diciembre de 2020, en el pico de la segunda ola y con nuevas medidas de contención implementadas desde octubre, “la salud mental de los belgas se ha deteriorado si «.

La encuesta reveló que el 64% de las personas mayores de 18 años «están insatisfechas con sus contactos sociales, casi el doble que en septiembre de 2020».

Por otro lado, el 40% de los encuestados siente poco apoyo social, cifra que se ha incrementado en casi un tercio desde el verano.

Por otro lado, los trastornos de ansiedad y depresión siguen un patrón en forma de U: en junio de 2020, alrededor del 22% de la población notificó uno de estos trastornos, con una disminución de alrededor del 16% en verano y otoño, seguido de un nuevo aumento el 22% inicial.

“A lo largo de la crisis se evidencia una consistencia sorprendente: más de siete de cada diez personas, una proporción muy elevada, se quejan de trastornos del sueño”, según el mismo estudio.

Las cifras, destacan los expertos en salud pública, confirman además que «las personas de 18 a 24 años, las personas aisladas con o sin hijos y los beneficiarios de asistencia social tienen dificultades para mantener su salud mental».

La oficina, sin revelar ningún dato, también destaca que «los antidepresivos y los reguladores del estado de ánimo están en la base del creciente consumo de psicofármacos reembolsados».

Bélgica proporciona números de asistencia gratuitos, especialmente para la prevención del suicidio, y enlaces de Internet a páginas de información y consejos.

 

 España 

La población española sufre más problemas de salud mental que el resto de europeos, según un estudio europeo realizado por la Fundación AXA en España, que también encontró que el 34% de ellos reconoce haberse sentido mal o muy mal, la tasa más alta de la muestra internacional, mientras que solo el 20% dice que está de buen humor (el porcentaje más bajo de todo el estudio).

El panel, celebrado en España, Italia, Francia, Reino Unido, Alemania, Suiza y Bélgica, con casi 6.000 entrevistas, analizó en agosto y septiembre el impacto emocional provocado por la crisis sanitaria.

El estudio de la Fundación AXA también indica que los españoles son los europeos que más han reflexionado sobre el futuro de sus vidas (el 72% dice haber reflexionado sobre lo importante para el futuro, frente al 58% de la media europea) y el 41% siente que no tenía control sobre sus vidas.

Por otro lado, el 86% de las personas encuestadas en España dijeron que extrañaban tener contacto físico con personas distintas de su familia.

En septiembre del año pasado y durante la pandemia de covid-19, el número de personas con problemas de salud mental en España se triplicó, y el 78% de los encuestados dijo que sentía que sus niveles de estrés habían aumentado debido a la pandemia.

Ocho de cada diez encuestados confesaron que se habían planteado pedir ayuda profesional para combatir sus problemas emocionales, lo que se ve como una “señal clara” de que este asunto ya no es tabú en la sociedad española.

Los resultados de la encuesta también muestran una “profunda desconfianza” en relación con la forma en que el Gobierno español ha llevado a cabo la lucha contra la pandemia.

Por el contrario, la mayoría de las personas encuestadas dijeron que el sistema nacional de salud estuvo a la altura durante la crisis.

Otro estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas, publicado a principios de noviembre de 2020, concluyó que sentimientos como la ansiedad, la tristeza o la preocupación han estado presentes en las familias españolas durante la crisis de salud: la mitad de los encuestados reconoce sentirse ansioso (50,6%), preocupado (53,1%) o triste (52,4%) a veces.

Además, el 29,3% de los encuestados confiesa sentirse deprimido en ocasiones y el 40,7% irritado.

 

Estados Unidos

En Estados Unidos, la ansiedad y la depresión han afectado a más personas, según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y varias instituciones de salud mental, acompañadas de un aumento de personas con pensamientos suicidas.

Mental Health America (MHA) reveló en un informe de este año que, en 2020, «más personas informaron frecuentes pensamientos de suicidio y autolesión».

«Desde que la pandemia de covid-19 comenzó a extenderse rápidamente en marzo de 2020, más de 178.000 personas han informado de frecuentes ideas suicidas», advierte la MHA, y agrega que el 37% de ellos informó haber tenido pensamientos suicidas casi todos los días en septiembre de 2020.

También según la MHA, entre enero y septiembre de 2020, más de 315.000 estadounidenses se sometieron a pruebas de ansiedad (un aumento del 93% con respecto a todo el año anterior), de los cuales ocho de cada diez personas mostraron síntomas de moderados a graves, con especial atención a jóvenes entre 11 y 17 años.

Con respecto a la depresión, las pruebas en los EE. UU. También aumentaron en comparación con 2019, con ocho de cada diez personas de 535,000 que tomaron pruebas de depresión que mostraron síntomas de moderados a graves.

Más del 70% de las personas que buscaron ayuda por ansiedad o depresión revelaron que uno de los tres factores principales era la soledad causada por el encierro y las medidas de distancia social, encontró la MHA.

Según una encuesta de la Kaiser Family Foundation, la pandemia de covid-19 mostró un aumento en las preocupaciones y el estrés que resultó en dificultades para dormir (para el 36% de los encuestados) o para comer (32%) y un aumento en el consumo de alcohol o sustancias (12 %).

En declaraciones a Lusa, Susan Borja, especialista del Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH), considera que hay muchas medidas nuevas para ayudar a los ciudadanos en este momento.

Entre los «cambios de política importantes y significativos» sobre salud mental en Estados Unidos, la implementación o refuerzo de servicios de salud virtuales o telefónicos es una de las principales medidas, junto con cambios en la prescripción y administración de medicamentos para personas con trastornos mentales, dijo Susan Borja.

Francia

El ministro de Salud francés, Olivier Véran, dijo a finales de 2020 que la salud mental francesa se había deteriorado debido a la pandemia, y que el covid-19 tenía «un impacto psicológico real» en la vida de los ciudadanos.

«La salud mental de los franceses se deterioró significativamente entre finales de septiembre y principios de noviembre», dijo el ministro.

Las autoridades sanitarias francesas han estado monitoreando la evolución de la salud mental de los galos desde marzo de 2020, notando un aumento en los estados de ansiedad de la población, especialmente entre aquellos que tenían la enfermedad o los síntomas del covid-19, que se encuentran en una situación financiera más difícil. situación y sin actividad profesional.

Las mujeres también son más vulnerables a los estados de ansiedad y las alteraciones del sueño, al igual que los estudiantes y los jóvenes de entre 18 y 34 años.

El aumento de estados depresivos y de ansiedad también ha incrementado el consumo de antidepresivos y ansiolíticos en el país. En el primer encierro, más de 330 mil personas tomaron este tipo de medicación.

Para combatir estos impactos, el Gobierno creó a principios de este año un cheque de consulta para que los estudiantes puedan acudir al psicólogo, teniendo siempre la posibilidad de realizar escuchas telefónicas a través del número gratuito para combatir el COVID-19.

 

Reino Unido

Según el instituto de estadística británico [Office for National Statistics], las tasas de depresión en adultos se duplicaron durante la pandemia de covid-19 al 20%, con una mayor incidencia en mujeres de 16 a 39 años debido a la falta de capacidad para llegar a fin de mes.

El estrés y la ansiedad fueron los síntomas informados con mayor frecuencia por las personas afectadas por algún tipo de depresión en la encuesta publicada en agosto.

Un estudio más reciente de Prince’s Trust, publicado en enero, encontró que el 26% de los jóvenes de 16 a 25 años se sienten incapaces de afrontar la situación y la mitad admite que su salud mental se ha deteriorado desde el comienzo de la pandemia.

El Gobierno británico es consciente del problema y ha reforzado no solo el apoyo a los profesionales de la salud y los trabajadores sociales, reconociendo la presión adicional durante el año pasado, sino que también ha nombrado a un Embajador de Salud Mental para la Juventud.

Alex George, médico y excompetidor del reality show “Live Island”, fue designado a principios de febrero por el primer ministro Boris Johnson para asesorar a políticos y promover medidas entre sus casi dos millones de seguidores en las redes sociales.

Inforpress / Lusa / Fin

 

 

Redacción Noticias Generales 

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