Corrupción en las cárceles:

Exgobernador de La Guajira, Francisco ‘Kiko’ Gómez, celebró el Año Nuevo con whisky y ‘Poncho’ Zuleta

Así se evidencia en un video que circula en las redes sociales, de cómo el político celebra en su sitio de reclusión la despedida de año, cómo tiene su parranda, con licor y con un famoso cantante vallenato por videollamada.

Unidad de Justicia

Martes, 4 de enero del 2022

Un nuevo escándalo afronta el sistema carcelario en Colombia. Una nueva parranda, con whisky y celulares. Un grupo de internos reunidos en una celda en horarios prohibidos.

Esta vez el protagonista de esta historia, ceñida de corrupción, es el exgobernador de La Guajira, Juan Francisco ‘Kiko’ Gómez Cerchar.

El privado de la libertad, quedó grabado en un video cuando conversa alegremente con el cantante vallenato Tomas Alfonso ‘Poncho’ Zuleta, levanta el trago de whisky y juntos entonan una popular melodía: ‘Mi hermano y yo’.

«Hermano mío, aquí no joda. Me voy a tomar una y en nombre tuyo, míralo ve, Old Parr», manifiesta Kiko Gómez, al tiempo que muestra, sobre una nevera de Icopor que hace de mesa al fondo, la botella de whisky y unas latas de cerveza.

Es entonces cuando Zuleta entonó a capela la canción –una manera de demostrar que el interlocutor es su hermano del alma–.

Mientras Poncho Zuleta canta Kiko Gómez le hace coro, con una comunicación que por segundos pierde conexión, pero que continúa, demostrando que en ese momento no estarían en funcionamiento el bloqueador de señal, otro hecho por investigar.

«De componer un son. Se trataba de hacer una melodía con unos cuantos versos con todo el corazón. Pero el tiempo no es corto todavía y ya llegó el momento para poder cantar, con una nota linda, con una voz sentida y ganas de llorar», canta ‘Poncho’.

Gómez, emocionado por la melodía, le dice a la persona que le acompaña que sirva el trago y se vuelve a enfocar la botella de Old Parr y como es servido.

La pregunta que todos se hacen, ante la incuestionable irregularidad, es cómo ingresó este licor a una de las cárceles más seguras del país, La Picota, ubicada al sur de Bogotá.

No es el primer caso que se conoce con este tipo de conductas, transgresoras del Código Penitenciario y Carcelario. En el 2014 hubo un escándalo, de similar dimensión, cuando se conocieron las imágenes de la parranda que protagonizó y financió el polémico contratista Emilio Tapia.

En esa ocasión, un 15 de septiembre, un conjunto vallenato estuvo en  una pequeña área común del establecimiento carcelario, en el mismo pabellón. Después se pudo comprobar qué los músicos fueron contratados por Tapia y que para llegar hasta este lugar sortearon todos los controles de seguridad.

Pero lo más grave del asunto es que en la parranda privada también hubo whisky y celulares, con los que se grabó el momento.

En esa ocasión hubo una investigación en la que se mencionaron los nombres del comandante de vigilancia y quién estaba como comandante del pabellón.

Se dijo entonces que lo ocurrido – la entrada del licor– habría sido con la complicidad de la guardia del INPEC en La Picota.

Tres años después de este escándalo se conoció que un grupo de excombatientes de las FARC también armaron su parranda en el Patio 4 de la misma penitenciaría. Nadie fue sancionado.

El modus operandi se repite, esta vez no hubo conjunto vallenato en vivo, sino una videollamada con otro elemento prohibido en las cárceles de Colombia, un aparato celular de alta gama.

Desde el Instituto Nacional Penitenciario se vuelve a anunciar que hay una investigación en curso, no solo en contra del político oriundo de La Guajira, sino de los responsables de la guardia que permitieron o cayeron en omisión ante la entrada de elementos prohibidos a una celda, a un pabellón exclusivo para funcionarios públicos.

El INPEC confirmó, además, que al exgobernador le fueron incautados cinco celulares, 7 manos libres, 8 cargadores, una botella de whisky y 7 latas de cerveza.

Lo que se demuestra con el video, prueba clave en la investigación, es que ‘Kiko’ Gómez no estaba solo en su celda, mientras una persona sirve el whisky hay otra grabando con su celular la histórica parranda.

Este es otro hecho irregular, porque se entiende que después de las 6:00 de la tarde los internos deben estar cada uno en su celda. Es decir, que para que esto ocurra se necesita la complicidad del personal de guardia, a no ser que el detenido esté compartiendo su espacio con otros privados de la libertad.

En un comunicado el Insitituto Nacional Penitenciario (INPEC) aseguró que se determinará sí es que hubo complicidad de funcionarios de este organismo, sobre todo de los que tenían a cargo la seguridad del pabellón, que se tomarán medidas al respecto.

También informó que habrá una investigación disciplinaria en contra de los detenidos que estuvieron en la celebración acompañando a ‘Kiko’ Gómez, es decir, que no eran compañeros de celda.

Además, la entidad advirtió que ante lo acontecido el exgobernador se expone a sanciones tales como la prohibición de visitas por al menos un año, que las anotaciones que se originen por el tema afectará su redención de pena por trabajo estudio o enseñanza.

La pregunta que queda, entonces, ante lo que ya es un hecho, es por qué el INPEC solo se entera de la irregularidad cuando se hace público el video,  porque fue subido a las redes sociales. De lo contrario todo seguiría igual, parrandas privadas, y evidente corrupción.

Redacción Unidad de Justicia

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