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Dos años del cruel atentado del ELN contra la Escuela General Santander, que dejó a 22 estudiantes muertos

General Santander.

El atentado terrorista del ELN contra un centro de Educación Superior, la Escuela General Santander, cobró la vida de 22 jóvenes estudiantes.

Dos años del cruel atentado del ELN contra la Escuela General Santander, que dejó a 22 estudiantes muertos

 

En medio de una eucaristía se recordó el absurdo estallido de un carro bomba al interior de una institución de educación superior, para cadetes de la Policía Nacional. El Presidente de Colombia participó de la ceremonia religiosa desde San Andrés Isla. 

 

Unidad de Justicia

Domingo, 17 de enero del 2021

 

Fueron 80 kilos de pentolita los que al explotar despedazaron un sector de la Escuela de Cadetes Francisco de Paula Santander, ubicada al sur de Bogotá. El atentado terrorista ocurrido el 17 de enero del 2019 cobró la vida de 22 jóvenes que se preparaban para ser oficiales de la Policía Nacional.

Este despiadado ataque, perpetrado hace exactamente dos años,  se lo atribuyó la guerrilla del ELN. Reconocieron los subversivos que fueron ellos los que cargaron de explosivos un viejo campero Nissan Patrol, que ordenaron lo llevaran al corazón del claustro educativo para hacerlo estallar.

 

Atentado del ELN.

Con una eucaristía en la Escuela de Cadetes General Santander se recordó a las víctimas del atentado terrorista del ELN hace dos años.

Desde la Isla el presidente Iván Duque, participó en la eucaristía de manera virtual,  manifestó que “existen órdenes de captura en contra de los autores intelectuales de este crimen y circulares rojas de Interpol”, que no se claudicará en el propósito de solicitar  “su extradición cuántas veces sea necesario”.

En la ceremonia religiosa la cadete Eliana, una de las sobrevivientes al atentado, recordó los momentos trágicos, relató que preciso la explosión ocurre en momentos en que se preparaba para ir a las honras fúnebres de un general retirado, porque ella era parte de la banda de guerra de la institución educativa.

En aquel momento cuando empezaban a congregarse en un punto de encuentro para atender la emergencia se percató de la dolorosa realidad, que faltaron varios de sus compañeros, que  habían fallecido en el claustro en donde soñaron ser subtenientes de la República, así como ella.

El presidente Duque, desde la distancia, desde el territorio en donde otra tragedia, no consumada por la mano del hombre sino por los designios de la naturaleza en donde miles de personas quedaron  damnificadas por el paso del huracán Iota, manifestó que “en el espíritu claro del derecho internacional, nadie puede dar espacio de protección a quienes han cometido estos hechos”, y recordó que la comunidad mundial y Colombia siempre han marcado “su rechazo al terrorismo”, por lo que insistió en que “no claudicaremos un solo instante”.

Se refirió el mandatario que los autores intelectuales de esta masacre contra 22 humildes familias hoy están bajo el amparo del gobierno cubano, que los jefes del ELN se encuentran acogidos en Cuba, pero que el Gobierno seguirá combatiendo al resto de sus miembros que delinquen en Colombia.

Recordó que “criminales como alias ‘Uriel’, que se adjudicaron y celebraron semejante hecho, han sido combatidos con firmeza por parte de las autoridades”, y recalcó que “existen órdenes de captura contra los autores intelectuales de este crimen y circulares rojas de Interpol, y no claudicaremos y no desfalleceremos en pedir su extradición cuántas veces sea necesario”.

En el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander se juntaron no solo los planes de los jefes de una organización delincuencial, también los intereses de aquellos que querían demostrar que en Bogotá imperaba la inseguridad, porque esto favorecía a sus intereses mezquinos de alcanzar el poder.

Este ataque fue calificado como uno de los más despiadados y fuertes a la institucionalidad en Colombia, en los que el crimen organizado consiguió lo quería, desestabilizar la institución, hasta el punto que se empezó a cuestionar la labor de la cúpula de la Policía Nacional.

Este 17 de enero se recuerda a las víctimas a aquellos que pagaron un precio irreparable, con sus vidas, por estar en un lugar que fue objetivo del terrorismo, el mismo por el que sus autores terminan siendo premiados en un Estado de Derechos.

“Por eso, invocando la memoria de estos héroes, de estos ángeles, diremos siempre que ellos son guías y faros de nuestra lucha incansable por la legalidad”, concluyó el presidente Iván Duque.

Redacción Unidad de Justicia

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