En medio del escándalo por ‘chuzadas’ renuncia director del CTI de la Fiscalía, general (r) Luis Alberto Pérez Alvarán

Desde hace un mes Pérez Alvarán le dijo a un grupo de amigos que veía cerca su salida de la Fiscalía.  Preciso esta ocurre cuando se conoce la  entrada de policías y militares a las salas de interceptaciones del Bunker, desde donde sin órdenes fiscales se chuzaban cientos de líneas telefónicas, bajo la directriz de generales y coroneles.

JUSTICIA

Lunes, 12 de agosto del 2019

La renuncia del director del CTI de la Fiscalía, Luis Alberto Pérez Alvarán, no le tomó a muchos por sorpresa, porque su intención ya se la había comentado a sus amigos más cercanos en dos reuniones.

Este lunes el fiscal General de la Nación,  Fabio Espitia Garzón, confirmó que el general retirado de la Policía presentó su carta de renuncia, y explicó que el motivo es por asuntos personales,  descartó que sea por los recientes escándalos por hechos irregulares que se presentaron en las salas de interceptaciones del Búnker. Noticia que fue publicada por EL HOME NOTICIAS.

«Le pedí que se quedara un tiempo más. Me dice que son motivos estrictamente personales. No tiene nada que ver con intercepciones de comunicaciones al margen de la ley”, manifestó Espitia Garzón.

 

Un general retirado de la Policía le comentó a este medio, en la segunda semana de julio,  que Pérez Alvarán se quería ir de la Fiscalía, porque en un encuentro casual les comentó a sus amigos que se vislumbraban tiempos difíciles, los que estaban afectando su entorno familiar.

Preciso se vislumbra un nuevo escándalo, en el que uno de sus protagonistas es Pérez Alvarán. El pasado 29 de julio EL HOME NOTICIAS reveló la denuncia de un jefe que estuvo por encargo de la Sección de Control Telemático del Departamento de Investigaciones Nacionales y Análisis Criminal (DNCTI), que uniformados de la Policía y del Ejército ingresaban a esta sala a escuchar conversaciones telefónicas.

El funcionario Fernando Rodrigo Romero Alvarado le informó a sus superiores que estas personas ingresaban a las salas y subsalas del DNCTI con autorización del director del CTI,  es decir el general Pérez Alvarán.

La respuesta que dio en ese momento el  director de fiscalías Nacionales,  Orlando Ospina García,  es que estas personas no estaban autorizadas para estar realizando labores de monitoreo y escucha de líneas telefónicas porque “la operación técnica de interceptaciones de comunicaciones está sometida a reserva legal y por ende solo es posible que se realice por las personas autorizadas y que cumplen funciones de policía judicial”.

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Cuando se conoció esta irregularidad el fiscal Espitia Garzón dijo que se estaría investigando el tema.

Este medio pudo establecer que la entrada irregular de miembros de la Policía y del Ejército a las salas de interceptaciones del Búnker se deba desde hace tres años, que estas secciones se habían convertido en un centro de espionaje, en la que se ‘chuzaban’  celulares sin la orden de un fiscal.

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Según el mismo  informe de Romero Alvarado estos uniformados realizaban en los equipos del DNCTI  labores de escucha monitoreo y análisis, que después rendían informes de tal actividad a superiores inmediatos,  en este caso a generales y coroneles.

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Redacción Justicia

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