Escándalo por chuzadas: otros ingredientes de la ‘olla’ que se destapó en el Búnker de la Fiscalía

Uno de los fiscales mencionados en el escándalo de las ‘chuzadas’ desde el Búnker de la Fiscalía, al que señalan como de los testigos claves,  aparece en otro asombroso entramado irregular, en la dirección de Fiscalías de Risaralda, por dónde pasó una Directora y frenó investigaciones sensibles contra corruptos y jefes de bandas criminales. En este episodio de interceptaciones ilegales se señala de ser el ordenador al fiscal delegado Daniel Hernández y al exfiscal Néstor Humberto Martínez.

JUSTICIA

Risaralda.

Viernes, 29 de noviembre del 2019

El escándalo de ‘chuzadas’ ilegales desde el primer piso del Búnker de la Fiscalía se robustece a cada momento, en la medida en que se  escrudiña en su contexto. De esta suerte de irregularidades se descubren nuevas ‘perlas’, que no acaban de sorprender.

Además del testimonio autenticado que han hecho desde la cárcel La Picota de Bogotá los privados de la libertad Luis Carlos Gómez Góngora, exjefe de la Sala Diamante para interceptaciones en la Fiscalía, y Fabio Augusto Martínez, exfiscal 32 contra el crimen organizado, que precisan que sin ningún protocolo legal se ordenaba el ‘chuzado’ de teléfonos celulares, EL HOME NOTICIAS  halló otro ingrediente de esta ‘olla’ que acaba de explotar.

Los denunciantes solicitan que sean llamados a declarar a varios funcionarios del CTI de la Fiscalía, que según ellos conocían de estas irregularidades, pues varios de ellos fueron protagonistas de los mismos.

Uno de los nombres que se mencionan como testigos de las sorprendentes ilegalidades es el de Mauricio Grajales Bolívar, fiscal 85 de Derechos Humanos de Medellín. Este nombre, precisamente, lo encontramos en el escándalo de hechos irregulares en Pereira, Risaralda, en el desajuste cometido por la cuestionada exdirectora de fiscalías de esta regional, Adriana Alexandra Estrada Hincapié.

Una huella imborrable, la que dejó a su paso por esta seccional de la Fiscalía, de haber paralizado investigaciones emblemáticas en contra de la corrupción y bandas criminales en este departamento, sin embargo, el Nivel Central nunca hizo nada enérgico al respecto. La Fiscal Estrada Hincapié lanzó por el piso varios años de investigación, sin embargo, fue premiada con su traslado a otra Dirección de Fiscalías.

Pero, ¿Qué tiene que ver este oscuro episodio con el fiscal Grajales Bolívar y con las ‘chuzadas’ sin control que –dicen los testigos– ordenaba sin ninguna sustentada investigación el fiscal Daniel Ricardo Hernández Martínez?

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La respuesta es que fue con el fiscal Mauricio Grajales Bolívar con el que la fiscal Estrada Hincapié intentó blindar buena parte de sus desbarajustes administrativos.

A Grajales, radicado en Medellín, la exdirectora ordenó que lo trasladaran de la Seccional de Antioquia a Pereira, en donde Estrada Hincapié realizaba cuestionados cambios que terminaron en el estorbo de las investigaciones en contra de la criminalidad política y la de seguridad ciudadana en Risaralda.

Lo cuestionable del episodio es que Estrada Hincapié se inventó un supuesto traslado “reciproco” entre los fiscales Mauricio Grajales Bolívar y Andrés González Tamayo. Se comprobó, porque el proceso fue demandando, entutelado,  por una de las partes, que nunca existió un acuerdo entre estos dos funcionarios, que solo había un interés desmedido de sacar al fiscal González Tamayo de las investigaciones que lideraba, es decir, favoreciendo a las bandas criminales de gran impacto en Risaralda.

Ahora se conoce que el señor Grajales Bolívar tenía conocimiento de las interceptaciones ilegales, que se usó investigaciones a su cargo para amparar en ellas ‘chuzadas’ a personalidades en el país. Se asegura que se utilizó el expediente del homicidio de un profesor universitario para justificar la interceptación de los números telefónicos que les daba Daniel Hernández.

En este escándalo existe un solo hilo conductor y siendo así caben preguntas como ¿Por qué tanto interés de trasladar al fiscal Grajales para Risaralda, a una Dirección de Fiscalías en la que se estancaron sensibles investigaciones?

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Redacción Justicia

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