Denuncia:

Nuevo caso de homofobia en la Policía, patrullero es perseguido y echado por su condición sexual

El caso está en manos de la Procuraduría y la Fiscalía, existen denuncias de posible acoso laboral. El uniformado habla de traslados y humillaciones ante sus compañeros proferidas por sus comandantes. No es el único caso.

Unidad de Justicia

Miércoles, 16 de noviembre del 2022

“Usted aquí tiene prohibido hablar con otros hombres que no sean de su grupo”.

Esto asegura el patrullero Óliver Arsenio Céspedes Moreno, que estas fueron siempre las palabras de uno de sus superiores, quien al –al parecer– aprovechaba cada formación para lanzar expresiones homofóbicas en su contra frente al resto de policías en Pamplona, Norte de Santander, debido a su condición sexual diferente.

“Ante los comentarios homofóbicos del señor Teniente elevé la queja ante el comandante del GOES en este departamento, entonces, le llamaron la atención. Me nombraron desde ahí como secretario del Grupo. Pero el asunto no paró, en últimas fui sacado injustamente de la Policía”, manifestó el uniformado, quien en las próximas horas deberá despojarse de su uniforme, porque así se lo notificaron desde la oficina de Talento Humano.

Es más, existe un oficio en el que consta que un Coronel precisa que hacía grabaciones de las conversaciones que tuviese con Céspedes, relacionadas con su labor, porque supuestamente el patrullero “tenía una intención sexual” hacia su persona.

“Entonces, dejo claridad siempre que hago protección y cuidado de lo que digo al funcionario con el objeto de no verme vulnerado”, informó el comandante mencionado en la denuncia.

El patrullero les informó a sus superiores que el Coronel, su mando inmediato, hacía este tipo de comentarios en público, frente a varias personas de la Institución, de una supuesta “intención sexual”, sin un elemento de prueba, solo con el propósito de que fuese objeto de burlas.

“Lo hacía para manchar mi nombre, anteponiendo mi orientación sexual y así justificar su proceder. Me calumniaba de hechos que nunca ocurrieron, vulnerando gravemente mis derechos protegidos de forma especial por el Estado por ser parte de una comunidad vulnerable”, notificó Céspedes Moreno.

En poder de EL HOME NOTICIAS existe el documento, una medida de protección debida a la denuncia que el afectado interpuso en contra del oficial ante un “permanente hostigamiento (…) De estar siendo víctima de comportamientos contrarios a la convivencia, que afectan y perturban su seguridad y tranquilidad”.

En la misma denuncia el patrullero Céspedes advierte que también fue objeto de persecución laboral por parte de una Mayor, comandante de estación, quien –al parecer– hasta le llegó a negar los días de descanso obligatorio sin ninguna justificación, que cuando notificó de una suerte de hechos al Comandante de Departamento este ordenó su traslado, porque tenía que estar en una Unidad en donde se “maneje esa modalidad de descanso”, que se estaba aprovechando “de su condición de género para no ser disciplinado”.

En medio del acoso, asevera, surgieron una suerte de llamados de atención por supuesto abandono del servicio, lo que nunca se probó pero que afectó su hoja de vida. El acoso ha provocado afectación médica, indicó.

Es más, testifica que delincuentes lo escopolaminaron, estando de civil, para hurtarle sus pertenencias. Terminó inconsciente en la vía pública, en el Parque Santander. Sin embargo, el caso nunca fue investigado, que por el contrario recibió un llamado de atención señalándolo de haber sido el responsable de lo sucedido.

Se trata de una modalidad de atraco que ha aumentado en lo que va del año. Es más, otros medios publican informes periodísticos del tema, que “con escopolamina están robando celulares en Cúcuta”.  En redes sociales se dan a conocer nuevos casos en Pamplona y afirman los internautas que “las autoridades no están haciendo nada al respecto”.

“En Sanidad nunca me hicieron exámenes clínicos, de buenas a primeras una médico determinó que todo ocurrió por un avanzado estado de embriagues (…) Esto lo aprovechó el Teniente, el mismo que antes había denunciado, para hacerme un informe que rayó en lo disciplinario”, indico Céspedes.

Aseguró que ante este escrito fue sacado del GOES y excluido de una comisión a la que democráticamente había sido seleccionado y  para ir al exterior, siendo que al día siguiente de ocurrido el hurto debía presentarse a la Embajada de los Estados Unidos. Es ahí, cuando es notificado de su traslado de Cúcuta a Pamplona.

“Me abrieron investigación disciplinaria de una vez, violando todos los protocolos de la Institución, es más con mentiras en los informes que se elaboraron”. Agrega el patrullero, que siendo que él interpuso denuncia formal en contra del Comandante de Departamento ante la Inspección General estas no han prosperado, que en cambio en su contra se ordenó su salida de la Policía.

Asegura el uniformado que el acoso laboral es una “larga historia dentro de la Institución”, que todo empezó en Bogotá cuando laboró en la oficina de Talento Humano de la Dijín, que de ahí fue trasladado a Villavicencio, en donde fue objeto de abusos.

Se precisa que en la Policía existe una modalidad que es la de “se lo encargo”, que es la de continuar en la nueva ciudad con la persecución, sobre todo de aquellos que denuncian algún tipo de irregularidad.

Por este caso son tres los oficiales, adscritos a Norte de Santander,  denunciados ante la Fiscalía y la Procuraduría por abuso de autoridad, discriminación y por calumnia e injuria. Este acto fue lo que generó una medida de protección que nunca fue tenida en cuenta.

De este caso fue notificado el Director de la Policía, general Henry Armando Sanabria Cely, en una solicitud de retiro que hizo el patrullero el 23 de octubre de este año. Dice el escrito que en varias ocasiones le ha escrito al mando institucional, “interponiendo quejas y denuncia penal por discriminación por su orientación sexual, acoso laboral, y abuso de autoridad, en el departamento de Policía Norte de Santander”.

Es más, que cada vez que eleva una denuncia sobre el tema es notificado de otro trasladado, como el de recientemente al municipio de Pamplonita.

¿Otro caso de acoso por condición sexual diferente?

Se conoció otra denuncia de un joven patrullero que decidió abandonar la Policía debido al acoso laboral del que, dice, fue objeto.

Se trata del patrullero Sebastián Bustamente, quien publicó un video el que asegura que su permanencia en la Policía no fue la mejor, llora al momento de hacer una despedida pública. Su publicación obtuvo más de 2.050 comentarios, de otros compañeros que aseguran que la Policía está atravesando su peor momento, por el mal trato.

“Soy Sebastián Bustamante. Quizá hoy no esté publicando un mensaje o una foto bonita, quizás hoy esté triste porque somos seres humanos y normal todos reímos, amamos y lloramos. Bueno, no sé si ustedes ya sabían que solicité la baja de la Policía Nacional, o de mi retiro,  hace ya aproximadamente 40 días. Pues, en estos días tiene que salir la resolución de que ya no pertenezco a la Policía Nacional. Lastimosamente, la mía no ha salido y tengo que venir obligatoriamente a trabajar y pues es muy maluco trabajar en un lugar donde tú ya no te siente cómodo, quizás al principio si amabas y hacías por pasión, pero con el pasar del tiempo te das cuenta que es en realidad la institución, en la que no quiero estar. No sé qué vaya a pasar en este lapso de días, es maluco trabajar en una institución donde dañan tu nombre, dañan tu imagen, y sin conocer el por qué, tal vez por mi orientación sexual, la verdad no lo sé porque no he tenido la respuesta de esa persona, que se encargó de aburrirme y llevarme a tomar esta decisión”, dice en el video el patrullero Bustamante.

Además, escribió en su publicación lo siguiente:

“Hago esto público porque realmente ya no me nace más estar acá, no quiero estar un solo día más, quiero estar cerca de mi familia y disfrutar el tiempo que he perdido”.

Anotamos al final de esta nota, que tenemos en nuestro poder otras dos cartas y estamos buscando el testimonio directo de estas personas, quienes aseguran ser víctima de acoso laboral, persecución, en la Policía por haber dado a conocer su orientación sexual diferente.

No sabemos si se trata de una orden proveniente del mando institucional, siendo que el Código de Policía hace énfasis en la protección de la población homosexual. Además, se habla de multas contra aquellos que agredan física o verbalmente a personas de la comunidad LGBTI. Se busca así evitar que se impida el acceso a instituciones educativas de estas personas.

No obstante, existen estas denuncias de persecución y acoso por parte de comandantes, quienes no cumplen la norma a la que deben someterse, vulnerando con sus actos Derechos Fundamentales frente a sus dirigidos.

Redacción Unidad de Justicia

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