¿Para dónde vamos en Colombia? ¿Por qué la Policía es la cenicienta nacional e internacional en medio de la crisis?

Hacemos este análisis después de prestar especial atención a las recientes precisiones que hizo el exviceministro Rafael Nieto Loaiza en entrevista con EL HOME NOTICIAS

OPINIÓN

Domingo, 23 de mayo del 2021

Por: Daniel Santos Carrillo 

Abogado Constitucionalista y 

Administrativista.

Es de puntual claridad lo expresado por el abogado y exviceministro del Interior y de Justicia –hoy precandidato presidencial–, Rafael Nieto Loaiza, cuando ofreció a los colombianos un panorama de la situación del país, de cómo nos encontramos  y a qué se le puede atribuir la crisis social de los recientes días.

Explicó que todo empezó en una protesta pacífica, la del 28 de abril del 2021, que terminó siendo invadida por los violentos, actores de hechos vandálicos con contenido de terror y zozobra.

El doctor Nieto Loaiza se detiene en demandar enfáticamente que debe haber la persecución contundente de la Fuerza Pública y la Fiscalía General de la Nación en contra de los autores de saqueos, bloqueos y vandalismo; exalta a las diferentes Fuerzas de Seguridad, pero especialmente enaltece el papel que ha jugado y que juega la Policía Nacional.

Es propicio precisar que el doctor Nieto señala e identifica a  organizaciones criminales como los cerebros detrás del caos, a las estructuras mafiosas, grupos delincuenciales como las FARC y las estructuras narcoterroristas del ELN, sin dejar escapar a quienes señala como “indígenas traquetos”, también a políticos de la izquierda radical.

Todos los anteriores están, dice el exviceministro,  involucrados en un plan metódico, sin espontaneidad, que persiguen como hecho relevante el deterioro de la gobernabilidad en busca del posicionamiento político en las elecciones del 2022.

Encontramos para destacar que el doctor Nieto nos pone en contexto ante el hecho puntual de que el diálogo debería tener su escenario natural y legítimo de una democracia, el Congreso de la República, donde se encuentra la mayor representatividad de los colombianos.

A dónde quiero llegar, a  decir que ha sido de mucho provecho la lectura de esta entrevista, de la que extiendo invitación a que todos lo hagamos, y no está demás manifestar que nos identificamos ampliamente con su contenido, para derivar las siguientes consideraciones:  fijamos nuestra opinión en  las medidas adoptadas de asistencia Militar.

Además, la exclusión de la declaratoria del Estado de Conmoción Interior, el llamado discreto a una Asamblea Nacional Constituyente. Como también la pobre defensa que han hecho algunos Generales de la Policía,  incluyendo a su  Director, general Jorge Vargas Valencia. De llevar a debatir ante la injerencia internacional de aquellos que apuntan su dedo hacia el ESMAD declarándolo como autor sistemático de brutalidad y abuso.

Pero nosotros también tenemos nuestra postura, para añadir al análisis del doctor Nieto, diciendo que el doctor Iván Duque Márquez, presidente de la República, se dejó guiar de su Ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla Barrera, ante una reforma tributaria que, en sus salidas a los medios, apuntaba a contener el desfinanciamiento de los programas sociales.

Queremos hacer un paréntesis para preguntar ¿Hasta dónde el expresidente Álvaro Uribe Vélez pudo intervenir en su consejo sobre el asunto técnico de la misma? No lo sabemos, pero no obstante, el exmandatario la calificó de un grave error la manera como se planteó la proposición.

Lo claro de todo, es que tuvo sus consecuencias como la sabida renuncia del ministro Carrasquilla, es que en este escenario no tuvo, tal vez, aquel apoyo que obtuvo en un pasado reciente cuando fue citado al Congreso de la República por el sonado escándalo de corrupción de los llamados ‘Bonos Agua’ o ‘Bonos Carrasquilla’, dejando al país sumido en una crisis social y política –sin duda alguna–.

Hagamos precisiones, como las de que en Colombia, en el siglo XXI, hemos tenido 48 reformas tributarias y tres de ellas, en opinión de especialistas han sido estructurales, otros, reconocen una sola reforma tributaria como ejemplo de estructura, aquella que fue bautizada como reforma Musgrave  (La Misión Musgrave en 1971, proporcionó una visión independiente de la problemática fiscal del país).

De ellas, desde el año 2000, en los periodos de los gobiernos Uribe y Santos (los únicos cuatro periodos presidenciales de reelección), fueron 12 las reformas, que promedian una modificación cada año y medio. Es decir que las reformas de esta naturaleza no son nuevas, ni esta era las que nos tenía que asombrar.

Esto es para llegar a decir que una reforma, cuya probada intención era la de ampliar la base de recaudación tributaria y evitar que la deuda colombiana perdiera más puntos en las calificaciones de riesgo internacionales, con el reiterativo discurso de salvar programas sociales de los más pobres, no debía derivar en los acontecimientos de crisis de los últimos días.

Para cerrar esta parte fijamos que la reforma no pasó el examen social, el examen político, e incluso hasta el propio Gobierno empezó a titubear en cabeza del presidente Duque, quien fue abandonando poco a poco su enfático discurso de:

“Si en el pasado se hicieron reformas fiscales para financiar la desmovilización, el desarme y la reinserción de unos pocos que estaban con armas en contra de las instituciones y, con esas banderas, se promovieron decisiones fiscales de gran trascendencia, ¿cómo no lo vamos a hacer hoy por los más pobres de nuestra sociedad?”.

Esta reforma fue el impulso a las marchas de unos sectores de la sociedad, encabezada por las centrales obreras, las que fueron aprovechadas por los violentos para generar el caos, la anarquía y el pánico colectivo.

Pero expreso, lo reitero, que estoy de acuerdo que ante el incontrolado vandalismo aprobamos la asistencia militar en las calles del país. La participación de las Fuerzas Militares tiene su sólido soporte jurídico, dada la notable alteración del orden público en el territorio nacional, excluyendo la facultad de declaratoria del Estado de Conmoción Interior,  en caso de continuar el desborde social con vandalismo, de destrucción de los bienes públicos y privados,  que deriva en terror y zozobra.

En medio de esta situación consideramos que ha sido desatinada la salida del director de la Policía, general Vargas Valencia, al momento de defender a la institución ante los ataques que se han proferido desde el orden nacional e internacional.

Aquí debo particularizar que me parece que el ataque a nuestros policías de la manera como se ha hecho es  una descalificación infame, nacida en el seno de nuestra sociedad, por aquellas personas que han mostrado abiertamente la intención de deslegitimar la institución.  Lo que más alarma es que estos descréditos infundados han tenido respaldo internacional de voces provenientes de organismos como la ONU, la OEA, la Comunidad Europea, y en el Congreso estadounidense.

Ante esta embestida sistemática debemos defender a nuestros hombres y mujeres policías que por la ineficiente defensa de los Generales de la misma institución esa tarea nos queda al resto de colombianos, principalmente de aquellos quienes hemos sido categorizados como Veteranos.

Columnista invitado por el HOME NOTICIAS

Daniel Santos Carrillo

Abogado constitucionalista y administrativista

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‘El vandalismo, los saqueos y bloqueos deben ser reprimidos y perseguidos por la Fuerza Pública y por la Fiscalía’: Rafael Nieto