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25 octubre, 2022
Una estaca en el corazón
OPINIÓN
Por: Rodrigo Zalabata Vega
Abogado y escritor colombiano
En realidad no hay robo de un libro, a no ser que se robe el libro mal puesto. Si se adquiere mano a mano, en un préstamo de consumo, no es un robo, como la tacita de azúcar que se le pide al vecino cuando escasean los recursos, para llevar un poco de calor al cuerpo, y después da pena devolver.
Claro, no es un robo si se consume, si se lee; si no se toma así sucede algo trágico, se torna en el secuestro de un ser al que se deja morir de inacción, porque un libro no es otra cosa que un objeto vivo que se eleva ante nuestros ojos cuando se le deja abrir sus alas.
E incluso se vuelve una maldición, que puede dejar morir atrapado en sí mismo al autor del secuestro en la más profunda oscuridad, salvo si le permite escapar al libro a otras manos.
Extraña condición sobrenatural la de un libro. Si no se abre es una especie de ataúd que lleva a cuesta su propia lápida. Si se abre enciende de luz el ser, como si guardara apagado un fuego sagrado que no nos deja vivir muertos en vida.
Por eso es al tiempo una bendición, ante la inevitable existencia que ha de morir, al abrir los ojos de un libro en la ciega noche nos da un vuelo de eternidad.
Igual a la tenebrosa historia del conde Drácula, cuando nos habita el más humano temor de morir en la oscura ignorancia, tan lúgubre que es capaz de matarnos la luz, llega justo el creador que esperábamos y nos salva clavándonos una estaca en el corazón.
Columnista invitado por el HOME NOTICIAS
Rodrigo Zalabata Vega
E–mail: rodrigozalabata@gmail.com
Editor general
El Home Noticias.
1 Comment
Maravilloso escrito que abre el espacio para meditar al respecto y sacar de los anaqueles esa entidad de libros que atesoramos y ponerlos a circular así no tengan retorno.