¿Por qué Gustavo Petro promueve movilizaciones, que terminan en desmanes?

A luz de las cifras, y la razón, aquí analizamos el por qué vemos como un imposible que democráticamente el jefe de la ‘Colombia Humana’ pueda ser Presidente. ¿Será que el vandalismo sumará a su favor ante sus ambiciones políticas?

POLÍTICA

Sábado, 1 de mayo del 2021

Las razones de Gustavo Petro llamar a la insubordinación, a la anarquía, es producto de su imposibilidad, la de no encontrar otro camino,  otra manera de llegar al poder, sino con las vías de hecho. En su ambición cree que si el país es incendiado y de paso derrocado el Gobierno él sería el nuevo Presidente.

A pesar de las muy prematuras encuestas, que lo enfrentan con supuestos aspirantes, entre estos los que nunca han manifestado si quieren ser presidenciables o contra debilitados políticos como Sergio Fajardo o Germán Vargas Lleras,  sus posibilidades electorales son muy mínimas

Mientras las consultas se hagan de esta manera con candidatos irreales, como las que lo enfrentan con Tomas Uribe Moreno –a pesar de que ha hecho hincapié de que no tiene este tipo de aspiraciones–, de seguro que Petro estará repuntando, un total engaño a la opinión pública.

Lo más triste es que medios nacionales salgan a decir, ante semejante insolencia, que “Gustavo Petro está disparado para el 2022”. Seamos serios.

La realidad en el escenario político es otra. A Gustavo Petro no le alcanzan los votos para llegar a la Casa de Nariño. Sonará descabellado lo que vamos a decir, pero los ‘vándalos no votan’, ‘los terroristas no votan’, ‘los indocumentados no votan’. Por el contrario, los actos vandálicos, el saqueo, la delincuencia colectiva,  generan repudio social, el total rechazo, y la mayoría prefiere elegir a dirigentes alejados de la autocracia, así le fallen como pasó con el cuestionado ‘nobel de paz’.

Los que en verdad aman a una Colombia en paz, así sea con defectos, los que se esfuerzan por sacar adelante a sus familias, los que luchan por mantener sus microempresas, sus empresas, sus pequeños negocios, sus iniciativas de vida, no salen a darle golpes ensordecedores a sus ollas, ni a quemar buses, esos guardan con prudencia y el día de las elecciones salen y le cumplen a la democracia.

Sé que saldrán los defensores, los deslumbrados por el populismo, a decir que el ‘líder del socialismo del siglo XXI’ sacó en las pasadas elecciones  8’040.449 votos frente a 10’398.689 de Iván Duque.

Pero, hagamos cuentas, que estos más de 8 millones no son de su propia cosecha, la mayoría fueron aportados por sus vecinos políticos, que viven en el mismo barrio pero no están de acuerdo con sus posiciones y pasiones. Sí, más de la mitad de estos sufragios los facilitaron aquellos que se sumaron a él en la segunda vuelta, son de los que se unieron –no a darle el voto a Petro–  a votar en contra de Uribe.

Pero así son los cálculos, que el binomio de la izquierda, en la primera vuelta, –Petro y Ángela María Robledo– consiguió 4’859.069 votos. Esto qué quiere decir, que es mucho el esfuerzo, pero no alcanza para ser Presidente.

Tanto así que Petro se lanzó de frente  con nuevas estrategias, como la de consolidar una supuesta unidad denominada ‘Lista del pacto histórico’. Esta no es otra cosa que la búsqueda de los votos que le hacen falta para copar su ambición.

Sin embargo, los que en verdad aportan votos desde el lado de la llamada oposición al Gobierno no se unieron a esta ‘Lista’, lo que quiere decir que como están las cosas no llegarán a la mitad de los 5 millones de electores que aspiraban obtener en los comicios legislativos.

Conclusión, Petro sin los demás no tiene oxígeno suficiente para una primera vuelta. Ahora menos con lo que está pasando en el país, el saqueo de negocios de pequeños y grandes comerciantes. No es posible que bajo el amparo de una supuesta protesta social se esté legitimando el vandalismo, el saqueo y la violencia desproporcionada.

Es que a nadie le cabe en la cabeza que en momentos de crisis con el colapso del Sistema de Salud en medio de una pandemia salga alguien a decir que las marchas son legítimas, que evitar la propagación de los contagios del COVID-19 es porque “los amigos de la ‘reforma’ quieren la violencia”.

Sobre todo, pedirle a los comerciantes afectados por un año de cuarentena a que un día más “cierren sus negocios, que sus empleados no trabajen” para que salgan a marchar. Definitivamente, por este tipo de mensajes es que no existe la posibilidad de que políticos como Petro pueda conquistar más votos de los que ya demostró tener.

Redacción Política

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