La nueva pandemia de coronavirus pone en riesgo los estudios para acabar con el sida

El propósito de la ciencia médica es acabar con el VIH para el 2030 se afectó, porque la pandemia llevó a que se interrumpieran las campañas de prevención y tratamiento de la enfermedad.  

SALUD

Miércoles, 1 de diciembre del 2021

Expertos advirtieron hoy, Día Mundial del SIDA, que el objetivo de poner fin a la enfermedad para 2030 está amenazado debido a la pandemia del SARS-CoV-2, que ha interrumpido los esfuerzos de prevención, sensibilización y tratamiento del SIDA.

La eliminación del sida para 2030 es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas (ONU), una agenda que aborda varias dimensiones del desarrollo sostenible.

Para el 2021, se cumplirán 40 años desde que se reportaron los primeros casos conocidos de esta enfermedad en Estados Unidos y mientras el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH / Sida (ONUSIDA) trabaja para que no se cumpla el medio siglo, esa meta parece más lejano cuando el mundo se concentra en combatir el nuevo coronavirus.

Durante el primer año de la pandemia de SARS-CoV-2, 40 países informaron de una disminución en las pruebas del VIH, vital para prevenir la propagación del virus.

La reducción de los programas de prevención en la actual crisis de salud y el cierre de las escuelas, donde se imparten muchos de los programas de prevención, han supuesto un duro golpe para ONUSIDA, que advierte que 7,7 millones de personas aún podrían morir en esta década. El sida si las medidas de combate no se reanudan ni siquiera se acelera.

«No se trata de elegir entre acabar con la pandemia del sida o prepararnos para otros: tenemos que conseguir ambos, es la única receta para el éxito, pero tampoco estamos cerca de conseguirlo», lamentó la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.

“Aún es posible acabar con esta epidemia antes de 2030, pero eso requerirá acciones de refuerzo y solidaridad”, añadió el secretario general de la ONU, António Guterres, en el mensaje conmemorativo de este día internacional.

Hace 40 años, el 5 de junio de 1981, el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad reportó cinco casos de neumonía causada por un hongo entonces llamado “pneumocystis carinii”, vinculado a una supresión del sistema inmunológico, en cinco jóvenes de Los Ángeles, que se considera el primer registro oficial de pacientes con sida.

Desde entonces, esta enfermedad ha provocado cerca de 35 millones de muertes (siete veces más que las provocadas hasta ahora por el covid-19), aunque la mortalidad ha caído durante 20 años.

Desde 1998, año en el que hubo más infecciones por el VIH (2,8 millones), se han reducido casi a la mitad (1,5 millones en 2020) y las muertes, después de su pico en 2004 (1,8 millones), se han reducido a un tercio de lo que registraron. fueron (680.000 el año pasado).

Es fundamental que el número de personas con acceso a antirretrovirales haya aumentado de 560.000 a principios de este siglo (una de cada 40) a más de 28 millones en la actualidad.

África sigue representando una gran parte de las muertes por VIH (25,3 millones) y relacionadas con el sida (460.000), seguida de Asia (5,7 millones de portadores del VIH y 140.000 muertes), según las cifras de 2019.

El VIH / SIDA no solo está relacionado con la salud, sino también con cuestiones sociales, ya que a pesar de décadas de conciencia, las personas VIH positivas continúan sufriendo discriminación en áreas como el trabajo.

En este sentido, una investigación difundida por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en colaboración con la empresa de investigación especializada Gallup International, revela que alrededor del 40% de los encuestados dice no estar de acuerdo con la integración de las personas con VIH / SIDA.

Además, el 60% apoya la prueba obligatoria del VIH en el trabajo, según una investigación realizada con 55.000 personas de 50 países también con motivo del Día Mundial del Sida.

Estas actitudes estigmatizantes y discriminatorias se alimentan del desconocimiento sobre la transmisión del virus, ya que un porcentaje preocupante, más del 70%, cree que se pueden contagiar con un simple abrazo o apretón de manos.

El estudio indica que las regiones donde más persiste el estigma hacia las personas seropositivas son Asia y el norte de África, donde casi la mitad de la población está en contra de la integración de las personas con VIH en el lugar de trabajo.

Fuente: Inforpress / Lusa

Redacción Salud

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